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Mujer on constant sorrow

Una mañana

Una mañana

3 de noviembre. Munich, 7:30 de la mañana.

 

-¡Nena!, ven, corre…

-Ummmm…., ¿eh? ¿Qué hora es?

-¡Ven, que está todo blanco!

-¿En serio? ¡No me lo creo!

-¡Ven a verlo!

 

Y era verdad… No sólo había una fina capa que cubría ya las calles muniquesas, sino que estaba empezando a nevar de nuevo.

 

Café y galletas para mí, té y tostadas para él, la radio de fondo y fuera, la primera nevada de la temporada. Una de esas nevadas en las que los copos caen lentamente y se posan con elegancia sobre la acera. Sin prisa, pero sin pausa. Y así, sin mucha prisa, es como me he ido yo al trabajo.

 

-Un beso, papá. Que pases un buen día

-Un beso, nena. Hasta la tarde.

 

Dicen que la vida está hecha de momentos. Yo me grabo hoy este. Espero acodarme de él cuando vengan las vacas flacas.

3 comentarios

dapper dan -

Me encontraba un día yo tambien desayunando con mi familia cuando me ocurrió un suceso similar aunque no exactamente igual .Justamente en el momento de apurar el cafelito ( previo al apretón mañanero ) empezamos a oir golpes secos que venían de la calle. Era como cuando empieza a llover , los golpes al principio más espaciados , después más seguidos. Pero eso no era lluvia , ni tan siquiera granizo .Mi pater familias se apretó los machos y se dirigió a la puerta de la terraza decidido a desentrañar el misterio. Todos le miramos con veneración .Abrió la citada puerta y su búsqueda dió resultados al instante . Mi padre se encontró inmediatamente con la verdad y también con la contusión que le provocó una bandeja de almuerzo VIP como las de los aviones. Mi padre perdió el conocimiento y también nuestro interés . Todos con más curiosidad que cuidado nos abalanzamos hacia la terraza . El cuerpo inconsciente de mi padre no nos restó un ápice de energía y saltamos por encima de él los que pudimos , y los que no podían hacerlo ( mi madre , por ejemplo ) no tuvieron problema en pisotearlo ( mi madre más tarde le contó que esa costilla fracturada era provocada por una segunda bandeja y todos acordamos no descubrirla ). Cuando finalmente salimos a la terraza no podíamos creer lo que vimos. Una lluvia de almuerzos VIP se precipitaba sobre el barrio. Otros vecinos habían salido tambien de sus casas a presenciar la escena y eran incapaces , por mucho que no entendiesen todavía que demonio estaba pasando , de borrarse la sonrisa de la boca. Yo , por mi parte , observé maravillado cómo eran pocas las bandejas que al alcanzar el suelo se rompían .Imagino que hasta en eso eran VIP. Inmediatamente di con una estrategia a seguir . Indiqué a mi hermano y a mi madre que bajasen al portal y esperasen a mi señal . Era absurdo salir en ese momento a recoger bandejas y exponerse a bajas innecesarias.Mejor esperar a que la lluvia cesara .Pero no todos fueron tan cautos y pronto aquello empezó a parecerse a un campo de batalla. La bandeja Vip que te alcanza es la que no oyes y muchos valerosos aunque incautos vecinos se encontraron con la contusión o el hematoma aquella mañana. Finalmente la lluvia cesó . Bandejas blancas de comida VIP se esparcían aquí y allá , casi todas intactas. Y ese fue el momento en que di la señal a mi familia para que salieran a recoger el botín . Las familias con heridos se repartían entre estos y las bandejas . Nadie hablaba con nadie mientras se recogía el botín , no hacía falta . Una vez recogido todo no quedaría en la calle rastro alguno de lo que allí acababa de pasar . Tampoco nadie vino nunca a preguntar . Mi madre , una vez apiladas las bandejas en la entrada de mi casa , bajó a toda prisa al veinte duros de la esquina a comprar cubiertos de plástico que , imagino , debieron caer en otro barrio. Mi padre volvió en sí y tampoco hizo preguntas . Comimos toda una semana en business class . Después ya no volvimos a sacar el tema y por descontado todas las lluvias , nieves , granizos que han seguido a la de aquella mañana han sido vulgares y corrientes y sin un ápice de valor alimenticio. A mi familia la lluvia le entristece pero con razón.

Bombero del Atardecer -

Disfruta y colecciona, los días pasan y se olvidan, pero estos momentos aparentemente intrascendentes son los que dan sentido a la vida. No creo que haya otra verdad, cuantos mas cromos de éstos tienes, mas lleno te sientes, aunque por desgracia nunca tendrás sobrepeso de esta comida, no son nada abundantes.

Julio -

Pero yo creo que disfrutas de ese momento, no por el momento en sí, sino porque estás en disposición de disfrutarlos.
En esa disposición, todos pueden ser momentos para disfrutar.
Un abrazo