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Mujer on constant sorrow

Psicología Masculina

Psicología Masculina

 "Es más fácil aprender mecánica que psicología masculina. A una moto puedes llegar a conocerla a fondo. A un hombre jamás".

Carmen Maura en Mujeres al borde de un ataque de nervios.

Me quedo con esta reflexión de una peli que esta noche he vuelto a ver después de mucho tiempo. Algunos dirán que es un tópico, pero muchas estarán de acuerdo conmigo. Yo por ahora suscribo la frase y me propongo desde hoy aprender mecánica. Mi bici, mi bolsillo, mi culete y mis nervios me lo agradecerán. La otra opción es simplemente frustrante la mires por donde la mires, así que, manos a la obra.

2 comentarios

Mujer on constant sorrow -

Me alegro de que te animes a pasarte de vez en cuando por mi blog a visitarme. ¡Bienvenido!

Bombero del Atardecer -

No se qué te diga, pero aún no has perdido la esperanza de que eso no sea así, hay como un poso de ésto tras tu finisima ironía, creo. Quizá haya un oculto, inconfesable deseo de redimir a alguno, que haya por lo menos uno que se escape de la quema. Y, en ese caso, de nuevo te engañarás a tí misma, créetelo. No habra ninguno que llene tus espectativas. No esperes. Cuando poco a poco se desvanecen los vapores del la química inicial, te encuentras con alguien vulnerable, protegible aunque se vista de protector. Un sentimiento como de vaga desesperanza se instala en tu alma, algo así como un permanente esperar una entrega, un detalle, una iniciativa que nunca llega. Cumple, pero carece de la capacidad de alcanzar la hondura de tu sentimiento. Te quiere, pero a la primera de cambio se escapa como buscando aire, para luego volver. Nothing compares. No es extraño que esos seres asustadizos huyan cuando les propones algo muy directo, como si no fuera con ellos, se hacen los locos. Hasta hace poco las mujeres se retraían de los hombres porque cargaban con las consecuencias de su aproximación en forma de bombo . Solucionado el problema, creo que existe ahora el retraimiento del alma de las mujeres, el riesgo vacío y doloroso de una entrega no correspondida con toda la profundidad de matices que entregáis. Ironizarás de los tíos, pero comprendo el miedo que debe dar enamorarse de uno de ellos, profundamente, cuando el tiempo es siempre un factor que juega en contra. El tema de la entrega de cuerpos ya son palabras menores. La entrega del corazón es otra cosa. El misterio de la psicología de los hombres empieza después de todo eso...Pero no sé porqué coño pensamos que no vivimos si no lloramos, aunque eso es algo que se piensa siempre después de haber llorado. Enfíns, stoy como la alegría de la huerta mismísimamente, vaya nochecita, leche...
Me alegro que hayas vuelto a escibir en el blog, lo segire de vez en cuando, merece la pena leer ese batido de sentimiento y coña marinera que gastas.