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Mujer on constant sorrow

Rober

Rober Mi hermano Roberto es el pequeño de la familia. Llegó al mundo en un momento demasiado difícil para aquellos que debían recibirlo con la alegría que se merecía y le costó encontrar su lugar. Ahora que ya se ha caído por completo el velo de la infancia, pienso en mi madre y la imagino con angustia dando a luz en el ala maternal de un hospital infantil un trocito de ella, mientras en el ala de oncología se apagaba al mismo tiempo otro trocito. Terrible dilema para una madre, para una familia, que lo afrontó lo mejor que pudo o supo. Sólo el hecho de ser el pequeño ya hubiera sido suficiente reto, pero en su caso había más y eso es lo que creo que le convirtió en un corredor de fondo, en un observador reflexivo y cauto, un poco receloso de todo lo que viene con demasiada facilidad.

Rober fue un niño tranquilo y un poco arisco. En su niñez y primera adolescencia se miró, como creo que es normal, en el espejo de su hermano. Los mismos juegos, la misma pasión por la misma música, la misma vestimenta, la misma melena, el ataque conjunto a la hermana mayor (¡pobre de mí!)... Hasta que la crisis inevitable le fue proporcionando poco a poco su lugar.

Hoy en día a veces me lo imagino como un monje tibetano (no en vano tiene un Ohm tatuado en la espalda), de vida tranquila e ideas elevadas, al que le gusta permanecer, como a Fray Luis "ni envidiado ni envidioso". Para mí, para todos, fue toda una sorpresa ir descubriendo poco a poco el hombre en el que se ha convertido. Una persona de sólidos principios, voluntarioso y trabajador. Tal vez demasiado racionalista y relativista (o tal vez yo demasiado poco). Él es una pura mente físico-matemática y yo, bueno, digamos que mi insuficiencia en ese sentido me ha hecho más bien decantarme por la intuición como base del pensamiento.

Disfruto hablando con él, componiendo y descomponiendo el mundo, mezclando a Don Quijote con la Física Cuántica y a Nietzsche con el Cid o Hawkins. Me gusta poder aprender de mi hermano pequeño. De mi Robertino, como le llamábamos hasta hace no mucho. Ahora que va de camino al Nobel de Física (acaba de publicar su primer artículo, del que yo sólo entiendo el nombre de autor, por cierto) todavía le llamo así a veces y reconozco que siempre veré en él a mi hermano pequeño. Como todas las hermanas mayores, supongo.

3 comentarios

El de la foto -

Bueno y ahora que digo..... pues sencillamente que difícilmente nadie hubiera hecho un retrato (en ambos sentidos ;)) de mi mismo mejor que tú. Un besito mu gordo y que sepas que, aunque sin retrato "pictórico" por que lo mio no es el dibujo, ya está en marcha un esbozo de lo que eres a través de mí.

Bombero del Atardecer -

Si me dijeran pide un deseo, no pediría un rabo de nube, ni la luna, ni el sol, solamente que alguien escribiera de mí alguna vez de forma tan conmovedora y entrañable.

carlito -

No me siento capaz de valorar objetivamente ( si es que eso es posible en algun caso ) este post porque conozco muy bien a la persona de la que habla . Eso me da un poco de rabia , la verdad, porque está escrito con una mezcla de ternura y capacidad de análisis ( tambien ahí juego con ventaja a la hora de valorar lo certero de ese análisis ) que seguro habría disfrutado incluso más ( quizás sólo de otra manera ) de poder mirarlo con ojos nuevos . A veces ( muchas veces ) es difícil saber qué distancia tomar para convertir a las personas en personajes , y no en clichés o caricaturas . No es tu caso , desde luego. Felicidades